Compañera de viaje.


 Me gusta viajar, conocer, ver, sentir...

Nunca me ha gustado la soledad, al menos no la que yo no elijo. Busco siempre estar acompañada de alguien, o algo. Muchas veces, la música se vuelve la mejor compañía. 

Ahora no. Ahora viajo con una amiga fiel y mordelona. Casi no nos vemos, pues en mi etapa mundana, esa donde tengo que restregar los pisos o estar al mando de la tripulación, no tengo suficiente tiempo para llevarla conmigo. Ni autorización.

Pero cuando llego a la alcoba, justo cuando las estrellas se encuentran en su punto brillos, ella está aquí, esperando. 

 A las 7:00 am empieza su aventura, y parece que nunca acabará, pero también sueña. Sueña que corre, la he visto correr. Tiembla de frío, quizá sueña que está en el Polo Norte, se acurruca en las noches, tal vez me pide un abrazo. Y se lo doy.

Comienza esta misión hacia las quesadillas, las garnachas... Tooodo el Mar Morado. ¡Qué emoción! Y lo mejor es que ya no sólo la música me va a acompañar.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog