Entradas

Imagen
 Empezamos un nuevo viaje. Estado: Nerviosamente feliz. Destino: una gran experiencia y aventura, mientras escucho "Eye in the sky". Vamos a conocer a los nuevos colegas y sus enormes navíos.  Ciudad del arte funerario, allá voy. 
Imagen
 Lo tengo en frente. ¿Ahora qué hago? Estoy frente al viaje, pero las espinas de ambos bandos son tan reales. ¿Cuál es la verdad y cuál es la omisión? 
Imagen
 ¿Lo ves? Yo lo veo. Puedo olerlo. ¡Oh, está tan cerca!
Imagen
 Soy parte de una realidad alterna. Adentrada me encuentro en un inmenso cúmulo de ideas encontradas. 
Imagen
 Detrás de ellas, hay algo totalmente nuevo y mágico. Como un estupefaciente. La droga es real, pero el viaje no.
Imagen
 Desde que soy la segunda al mando, siempre me preocupé porque mis subordinados estuviesen bien capacitados para sus actividades, que se sintieran a gusto en su lugar de trabajo; básicamente es su segundo hogar. Pasan casi toda su vida en el navío y pues ¿Qué mejor que hacerlos sentir así? Como en casa.  Bueno, se abrió la oportunidad de dedicarme a eso, sólo capacitarlos y hacerlos sentir bien. Por su puesto que acepté. Mi gusto por transmitir mis conocimientos no me dejó negarme. Hoy descubrí que no sólo es pasión por enseñar o el interés por mantener a flote el barco. Es mucho más. Piratas de quién sabe dónde decidieron atacar una de las naves de nuestra embarcación. Dos de mis chicos estaban ahí. Asustados, golpeados, viendo, sabrá la Luna, qué sucesos horrorosos e innecesarios ocurrían. Pero ahí estaban. Sin deberla ni temerla. ¿Me asusté? Obvio.  ¿Lloré? Obvio, pero no frente a ellos. Sólo me dediqué a abrazarlos y decirles "tranquilo, ya todo está mejor". Debía ser fue